La feria terminó, pero deja algo más que números y fotos: una certeza. En Resistencia, el arte no es un evento aislado; es una forma de estar juntos, producir y reconocernos. A362 volvió a ordenar esa intuición.

Cuando baja el telón y se levantan las mesas, lo que queda dice mucho de una ciudad. A362 terminó y, otra vez, dejó la sensación de ritual: gente que vuelve a verse, obras que pasan del taller a la mesa, conversaciones que nacen en el pasillo y siguen en los proyectos. Si cada feria fuera solo venta, se agotaría en el día; A362 persiste porque ofrece otra cosa: sentido de comunidad.
Lo que pasó (en breve)
Durante tres jornadas, el Club Social fue el corazón del recorrido: obras en vivo, fotografía, prints, diseño de autor, música y charlas. Hubo seminarios con miradas sobre ciudad, diseño y arquitectura, y un reconocimiento que dice mucho de la trama local: la UNNE distinguió como Doctora Honoris Causa a Elena Oliveras, filósofa del arte nacida en Villa Ángela. También hubo premios y adquisiciones que consolidan carrera y circulación. El saldo fue concreto: mucho público, artistas trabajando a la vista y una circulación de obra que no se queda en la selfie.

Por qué importa (más que el dato)
A362 funciona como dispositivo de reconocimiento: pone nombre, rostro y mesa a lo que muchas veces ocurre disperso. Resistencia no solo hospeda una feria; afirma su rol de ciudad creadora: convoca, produce, discute y compra obra. El gesto curatorial —ejes, puestas, selección— no es cosmética: organiza conversación y devuelve autoestima a una escena que suele hacerse sola, con pocos recursos y mucha insistencia.
Resistencia, faro regional
La capital chaqueña se volvió punto de referencia porque sostiene continuidad: hay instituciones, espacios públicos que abren la puerta, universidades que articulan, y una comunidad que responde. Eso la convierte en faro, no por brillo aislado, sino por capacidad de irradiar: artistas que llegan, proyectos que nacen, redes que se tienden hacia el interior y provincias vecinas.
Huellas para después
— Volver a los talleres: lo visto en mesa pide continuidad en obra y catálogo.
— Sumar formación: presupuestar, producir, circular; herramientas concretas para profesionalizar.
— Cuidar precios y accesibilidad: si el público puede entrar y comprar, la escena respira.
— Reforzar articulaciones: Estado, universidad, espacios culturales y sector privado cuando corresponde. Ahí está la diferencia entre evento y política cultural.

PARA VOS EN CHACO Y CORRIENTES
• Creadores: pensá tu próximo paso: catálogo claro, registro de obra y una agenda mínima de ferias y muestras.
• Público/coleccionistas: seguila: muchos artistas abren taller o muestran en salas locales en las próximas semanas.
• Escuelas/centros culturales: hay disponibilidad para talleres y visitas guiadas; es una manera directa de llevar la experiencia al aula.
FUENTES
Organización A362 / Instituto de Cultura del Chaco / UNNE / Prensa local.
